

Ellas están tranquilas a la orilla del camino esperando que alguien les diga lo hermosas que son o tal vez se las lleven adornar en un elegante jarrón la sala de una casa donde serán tratadas como se lo merece o lo que es mejor adornar el altar de una Iglesia o que el amado las regale a su amada o tantos momentos en que puedan sentirse dichosas.
Pero nada de eso pude observar,los caminantes las arrancaban,las miraban y las lanzaban hacia cualquier lado ,otros pasaban y las pisaban tal vez sin darse cuenta y en esos momentos pensé también en esas manos inconscientes que queman los bosques acabando con los árboles y los animales y con esas flores que han dado pie a esta reflexión.
Nunca olvidemos que esa flor que nació a la vera del camino también forma parte del paisaje que en conjunto con muchos elementos le dan policromía al ambiente .
Entonces no arranquemos las flores si no es para colocarlas en el lugar que se merecen-
Cuando caminemos por el campo debemos tener cuidado en no maltratarlas .
Y no quememos porque nuestros hijos y nietos no van a tener la oportunidad de disfrutar de ese paisaje ni de
ese camino bordeado de flores.
Nelly Guerrero